Argentina 2016: la hora de pagar el almuerzo
Palabras clave:
financiación, economía, inflación, etapa de crecimientoResumen
Uno de los objetivos fijados por el actual Gobierno, y probablemente el más importante y desafiante, es la reducción de la inflación a niveles considerados normales, que permitan demostrar a inversores internos y externos que Argentina es un país estable y predecible. Esta estabilidad tan buscada es, sin duda, una característica obligatoria para cualquier país que desee un crecimiento sostenido mediante el flujo de inversiones privadas para financiar la economía, dejando atrás un modelo de financiación a través de gasto público e intervención del estado.
Por supuesto que este camino hacia la estabilidad no es fácil ni rápido: la desinflación genera costos a corto plazo. Sin embargo, a mediano y largo plazo supone beneficios. La reducción de la intervención del estado en la financiación de la economía se está dando de varias formas, entre las cuales podemos encontrar la quita de subsidios, sinceramiento de tarifas, reducción de la emisión monetaria, el rescate de dinero circulante en la economía mediante las Letras del Banco Central (LEBACs), etc.
Estas decisiones llevan a un camino que, sin duda, será difícil de afrontar para las empresas argentinas. Reducción de la demanda, aumento de los costos, dificultades en las cobranzas y desinversión son algunas de las problemáticas que todo empresario deberá enfrentar y sobrepasar si pretende sobrevivir a este proceso para luego poder disfrutar de una etapa de crecimiento en caso que el mismo sea exitoso.